Estamos en una cita

— ¿Gen-sexy? ¿Es eso una palabra?

— Si lo es, de hecho mi imagen esta justo al lado de la definición.

Levanto una ceja hacia el.

— Vamos Jane, ¿como puedes resistirte al gen-sexy? — dice sonriente.

— ¡Aléjate de ella pervertido! — grito Diego, golpeándolo con fuerza contra el suelo.

— ¡No me importa si solías ser nuestro profesor ni capitan! ¡Nadie se aprovecha de Jane de esa manera!

— Diego, no estaba... ¡Ow!

— No te preocupes, me encargare de el por... ¡AUCH! ¿Qué te pasa Jane?

— ¡Estamos en una cita! — le grito enojada mientras lo sigo golpeando.

— ¿Están en una qué? — Balbucea, cuando Luisa quien lo vio todo corre para consolarlo.

Siento un ligero toque de culpa pero me he acostumbrado tanto a noquear a Diego cada vez que dice o hace algo estúpido que se ha convertido en algo natural. Además podría haber jurado que escuche a Luisa gritarle que se detuviera también.

— ¿Pero como puedes estar en una cita con él? ¡El te estaba diciendo "sexo conmigo" una y otra vez!

— Diego... no le estaba diciendo eso a Jane, la palabra era gen-sexy— trata de explicarle mientras que yo me apresuro hacia él para curarle las heridas.

— ¿Gen-sexy? ¿Qué diablos es eso? ¿Es una palabra? — grita histéricamente.

— Es genio y sexy juntos pero con fangirls significa... ash no importa— la cabeza de Travis vuelve a caer sobre mi regazo mientras la agarra con ambas manos como si tuviera el dolor de cabeza más monstruoso, lentamente y con cuidado comienzo a curarlo.

— ¿Jane? — pregunta Diego.

No puedo verlo ya que estoy de espaldas a él, pero puedo sentir su mirada ardiente en la parte posterior de mi cabeza.

— Estamos en una cita— repito, apartando tiernamente el flequillo de Travis de su cara, mientras se sienta lentamente, intercambiamos sonrisas, el agradecido y la mía por su recuperación.

— Pero él es viejo...

— Cállate Diego, ni siquiera tiene la edad suficiente para ser mi padre— digo mientras ayudo a que se levante.

— El es nuestro profesor...

— No lo ha sido desde hace mucho tiempo y por eso también confío en él y quiero darle una oportunida— tomo el brazo de Travis y lo envuelvo alrededor de mi hombro para que se apoye contra mí mientras nos encaminamos de regreso a Ichiraku.

— Jane...

— Diego— esta vez es la suave voz de Luisa lo que lo detiene.

Volví mi cabeza hacia atrás lo suficientemente rápido para ver a Diego aun mirándome desconcertado con Luisa tocando ligeramente su brazo mirándolo suplicante. Le di una última sonrisa, apreté mi abrazo alrededor de la cintura de Travis y no volví a mirar atrás.

XXX

Miro a Alia, esta es la tercera vez que viene hacia Travis y le pregunta si necesita algo, pero sé exactamente lo que realmente significa esa pequeña oración, esa camarera es demasiado atenta con él.

Ok… respira y cuenta hasta 10...

Esa idiota lo que realmente quiere decir es: ¿Travis me necesitas a mí? Porque si lo deseas yo felizmente hago lo que sea, desde que te conocí hace muchos años y ahora estoy completamente enamorada de ti, aunque no sé nada de ti y no tengo nada en común contigo solo quiero meterme en tus pantalones porque eres tan condenadamente sexy… jeje rubor y bateo de pestañas... ¡zorra!

¡CRACK!

Ugh... y acabo de romper mi tercer par de palillos hoy...

— Jane ¿estas bien? — Travis me mira preocupado mientras reviso que no he conseguido clavarme una astilla de nuevo.

— Estoy bien — le sonrío de manera poco convincente.

— Bueno...

— ¿Mas servilletas? — Alia continúa su conversación con Travis.

Cuenta hasta 10.... Uno...

— No gracias Alia tengo muchas.

— ¿Estas seguro? Hay muchas por allá.

Deja de sonreírle sin cesar perra... Dos...

— Estoy bien, de verdad.

— Bueno nunca puedes tener suficientes servilletas…

El no está interesado, ¿no puedes ver eso?... Tres...

— ¿Y que pasa con la salsa de soya? ¡Nunca se puede tener suficiente!

— Um, en realidad si pones demasiada salsa ¿no hará la sopa salada?

El no está mordiendo tu anzuelo idiota, así que porque no tomas una espátula y la empujas en tu... Cuatro…

— Tienes mucha razón ¡eres tan inteligente!

— Um… ¿Gracias?

De lo contrario felizmente empujare la espátula por ti... cinco.

— Que tal un poco mas...

Eso es, ¡he tenido suficiente! Pongo mis manos descaradamente sobre las de Travis y las aprieto un poco.

— Entonces Travis, ¿a donde planeas exactamente llevarme en esta pequeña cita? — ante mi énfasis en la palabra cita, el rostro sonriente de Alia para mi profundo placer cae inmediatamente.

— ¿Tu estas en una cita con ella? ¿Pero no es un poco joven? —pregunta ignorándome por completo y hablando solo con Travis.

— En realidad, el y yo estamos de acuerdo en que nuestra diferencia de edad no importa mucho— respondo con confianza.

— ¿Pero no es ella tu estudiante o algo así? — sigue hablando solo con él.

— Eso fue hace mucho tiempo y nuestra actual jefa es mi maestra desde hace mucho— estrecho mis ojos hacia ella.

— Pero...

— Vamos Travis no puedes comerte tu ramen así de rápido como sueles hacer. Puedes tener una ulcera si siempre te apresuras a comer de esa manera.

— ¿Enserio?

— También soy médico Travis, conozco este tipo de cosas y por la forma en que comes solo para apurarte, sé que no estás masticando tu comida adecuadamente. Se supone que debes poner tus utensilios para comer abajo después de cada bocado para asegurarte de que estas masticando bien tu comida.

— Gracias por el consejo mama.

— Bien, no me escuches, simplemente no me pidas ayuda cuando entres al hospital con una ulcera rota uno de estos días.

— ¿Todo esto solo para irnos ya?

— Es que quiero repetir esos 2 besos que me diste antes de venir aquí.

Escucho a Alia dar un pequeño chillido y Diego jadeó.

— ¿Dos veces? Pero solo lo vi besarla una vez... cuando hizo él... —exclamo Diego.

Pero los ignore a los dos.

— Bien lo haré, pero no aquí.

— ¿Por que no?

— Porque... hay otras personas alrededor, anoche fue una casualidad, cuando te bese de esa forma, quiero que sea para ti y solo para ti.

Otro pequeño chillido de Alia, otro jadeo de Diego, Luisa y Teo dan un pequeño ¡Oh!

— Eso es... romántico Travis.

— Soy muy romántico, así que apúrate y termina tu ramen para que pueda mostrarte cuanto lo soy.

— Vas a hacerme contraer una ulcera.

— Voy hacer que hagas más que eso una vez que te haga lo que estoy pensando.

— ¡¿QUE?! — Alia, Diego, Teo y yo decimos al mismo tiempo.

Luisa no dijo nada y solo se sonrojó profusamente.

— Oh lo siento, no quise decir esa parte en voz alta— Travis se sonroja y se rasca la nuca con nerviosismo, a pesar de mis advertencias el gira alrededor de su taburete frente a todos nosotros para enfrentar la calle con las convenientes pancartas ubicadas de Ichiraku se dispone a comer y en menos de un minuto su tazón ya esta vacío.

Le fruncí el ceño con desaprobación y le hice esperar pacientemente mientras comía correctamente y me sentía satisfecha después de 10 minutos.

— ¿Entonces a donde vamos? — pregunto limpiándome la boca con mi servilleta.

Travis toma su propia servilleta y para sorpresa mía y de los demás la frota en la esquina de mi boca para limpiar lo que me pase por alto.

— Estoy pensando en un bonito y oscuro cine— el me sonríe con sus ojos brillantes y con una pisca de deseo en el.

— Perfecto — le devuelvo la sonrisa y le tomo la mano mientras me ayuda a salir del taburete.

Travis nos sorprende a todos nuevamente al pagar nuestras comidas y no suelta mi mano ni siquiera después de que me haya vuelto a poner de pie y así salimos de Ichiraku. No miro atrás, no tengo porque hacerlo, ya sé que todos nos miran boquiabiertos.

"El amor no es celoso, pero si no hay celos entonces no hay amor"

¿Por qué esa frase se repite una y otra vez en mi cabeza? Por lo tanto estaba celosa, no significa que este enamorada... ¿estoy enamorada? No… Solo estaba tratando de que Alia supiera su lugar ¿verdad?

Travis suelta mi mano solo para envolver su brazo alrededor de mis hombros y besarme suavemente en la cabeza, me encuentro recostada cómodamente en su abrazo y sonriendo estúpidamente todo nuestro camino al cine.

¿Que me está pasando?

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