Parte 6...
Terminaron de comer y Felipe se levantó, dejando los platos en el fregadero.
— Lamentablemente, no podré quedarme, pero volveré como acordamos - le dio un beso ligero en la mejilla.
— Vuelve pronto - se mordió el labio — Extraño tener una cara amiga a mi lado - apretó su brazo.
— También te extrañamos a ti, y los niños no dejan de hablar de ti.
— No dejes que los dos hagan mucho lío en casa.
— No te preocupes - sonrió y la abrazó.
Antes de irse, Felipe se detuvo y se volvió hacia ella, mirándola con cariño y preocupación.
— Por favor, Anelise, cuídate mucho. Ten cuidado con esta gente. Recuerda que Haroldo hizo todo para mantenerte a salvo de lo que te hicieron. Y yo todavía estoy aquí. Tengo miedo de que si subes demasiado alto, puedas caer y lastimarte de nuevo.
Ella se sintió conmovida por el cariño de Felipe y sabía que tenía razón en lo que decía.
— Entiendo - lo abrazó de nuevo — Y agradezco que siempre estés a mi lado - le dio un ligero beso en la mejilla.