[BRISA]
17 de agosto
No creía que podría amar tanto a alguien como lo amo a él. Es un amor que se ha visto abatido por los problemas, que ha cambiado por las circunstancias, pero que aún con todo eso se mantiene en pie. Extrañaba muchísimo las noches abrazada a él, su aroma impregnado en mi piel, y esas pestañas que ahora veo en nuestros hijos.
No veo la hora de volver a casarnos, de que no tengamos que estar nunca más lejos e incluso… «no, es muy pronto» pienso y trato de alejar esos pensamientos de mi mente, pero es casi imposible.
—Buenos días, ¿Qué hora es? —me sorprende y sonrió.
—Buenos días, amor… son las siete y media —saludo y dejo que me bese castamente.
—Es temprano —se queja y mueve mi cabello—. ¿Has dormido bien? —averigua con picardía.
—Lo poco que me has dejado dormir, lo he dormido muy bien —digo divertida y reímos cómplices.
—No te quejabas de eso anoche —se burla mientras que me atrapa entre sus brazos haciendo que quede debajo suyo.
—Oye… tengo que ir a ver a los ni