Pov de lea
La llamada no dejaba de timbrar y melissa nada que respondía, era la cuarta llamada en dos días y nunca podía comunicarme con ella; era el tercer día que me ausentaba de mi trabajo y el tiempo ocioso estaba acabando con mi paciencia
Por preocupación corte la llamada y colocándome de pie, camine hasta la silla de comer de isa, para tomarla y llevarla a descansar
—¿Aun no te has comunicado con melissa?
Tomando asiento en uno de los sofas mi madre pregunto, al verme turbada, en esa ciudad ella no tenía a nadie a a juzgar por que Anton y yo, nos habíamos mudado de país, ella no tendría a quien acudir en caso de emergencia
La preocupación me abordo por al menos dos horas, y tras llevar a isa a la habitación a descansar, le marque de nuevo, sin tener respuesta de su parte
—Ya me tiene preocupada, si continúa así... Le pediré a Anton un par de días y ire a ver si ella esta bien
Expresando mi preocupacion a mi madre y escuchando como el timbre es tocado una y otra vez, di un res