Entre nerviosismo y timidez, Isabella notó algo muy diferente en el Herman de hoy, levantó la vista directo hacia él: —¿Te estás retirando de la familia Pérez?
Al escuchar esto, Herman soltó una pequeña risa: —Ya te dije que eres muy inteligente. —
—¿A dónde vas? — Isabella preguntó instintivamente.
Herman tomó la mano que rodeaba la delgada cintura de Isabella y la apretó con ternura hacia él: —¿Quieres perderme?
Con las manos entrelazadas, ella preguntó con gran preocupación: —¿Cuándo te vas? ¿Emilio lo sabe? ¿Ya lo discutieron?
—En el banquete de cumpleaños de Emilio de este mes, se revelará tu identidad como miembro de la familia Pérez, y me iré después de la fiesta. Emilio lo sabe.
—No puedes irte, — Isabella agarró la camisa de Herman, —El grupo Pérez no puede prescindir de ti ahora, y, además, Emilio te ama más que a mí. Puedo ver claramente que Emilio se preocupa muchísimo por ti.
De repente, Isabella recordó muy bien como hace cuatro años en Valle Azul, cuando Herman la llevó