De camino hacia afuera del hospital me topo con una chica que me pregunta por María y le digo que vaya a la sala de espera, supongo que la señora Valeria la conoce.
Me frustra no poder encontrarla, los hombres en la puerta no tienen idea de a donde se ha ido, empiezo a buscar en el estacionamiento pero nada.
Cuando vengo de regreso, veo a los reporteros en una ronda, y no me cabe de otra que pensar que es a ella a quien tienen acorralada.
—Maldita sea, no tienen algo mejor que hacer —gruño molesto.
Odio a los reporteros, son mi peor enemigo, nunca me les he dado la oportunidad de interrogarme, opino que mi vida no es de su incumbencia.
Avanzo dando zancadas, y utilizo mis brazos para abrir paso entre ellos y sacarla de ahí.
—Déjenla en paz —les espeto molesto, al ve