Capítulo 50. ¿Dónde conociste a ésa loca?
Toma mi rostro entre sus manos y clava sus ojos en los míos.
—Te prometo que no, sólo estaban intentado rastrear desde donde te llamó, ella tiene mucha influencia, y experiencia en esto, pero la van a encontrar.
—Eso espero —suspiro.
—Entonces ¿me has perdonado? —pregunta, de hecho ha sido muy paciente en cuanto a eso.
—El hecho de que no lo haya dicho aún, no significa que no lo sienta, se supone que eres el principiante en esto y yo no puedo decir te amo por miedo —mis ojos se aguan. —. Miedo a que mi corazón quede herido nuevamente, cuando supe del tiroteo morí por un momento, y tengo más miedo porque quiero que mi bebé tenga a su papá.
Mis lágrimas me traicionan, sus ojos le brillan mirándome, esa mirada, esa mirada que te dice: eres mi todo.
Limpia mis mejillas con suavidad.
—El premio es estar juntos, y yo no pienso darme por vencido —une su boca a la mía, besándome lentamente con paciencia.
Le devuelvo el beso, con el alma, paso mi mano detrás de su cuello uniendo más n