Narra Taylor:
— Tengo seis semanas de gestación, todavía no se puede saber el sexo — Suspiré mirándolo a los ojos sabía que lo iba a destruir — Hice cuentas, definitivamente no eres el padre.
— Entonces el padre es Armando, ¿verdad? — Pregunto a lo cual asentí sintiendo como le desgarraba el corazón al cristalizarse sus ojos — ¿Qué harás entonces?
— Seguir sola, Armando no puede enterarse de mi embarazo y menos que es de él — Pronuncie con miedo, porque sabía que le estaba arrebatando su derecho a ser padre, pero era lo mejor.
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