—¿¡Quién está embarazada!?
La voz de Malú sobresalto a Majo y Karla, las miró a ambas con seriedad.
—¿No van a responder?
Majo miró a su prima, apretó sus labios, no dijo nada.
Karla irguió su barbilla, miró a los ojos a Malú.
—Yo, pero no pienso tener a este bebé —declaró con la seguridad que la caracterizaba.
Malú la miró con una expresión de enojo, ira, y lástima.
—¡No puedo creer que pienses así! ¡Ese bebé no tiene la culpa de tu irresponsabilidad! —vociferó. —¿Sabes cuantas mujeres en el mundo anhelan tener un hijo y no pueden? —La voz se le cortó, recordó sus pérdidas, y como padeció para lograr embarazarse y que sus mellizos nacieran.
—¡Es mi vida, mi cuerpo, y mi decisión! —argumentó Karla.
—Pues eso debiste pensar antes de tener relaciones sin protección —bufó Malu—, qué bonito, tener sexo desmedido, de manera irresponsable y luego asesinar a un bebé que no pidió venir al mundo —gritó—, tienes todas las posibilidades para sacar adelante a ese bebé, posees una profesió