Al entrar a casa siguió con sus ataques, pero esta vez los gritos eran más altos y simplemente porque estaba en su casa, lo que nunca se ha dignado a conocer es que tengo un lugar perfecto en donde puedo vivir sin necesitarlo. Subo a mi habitación cuando me echo de su casa, comienzo a guardar mi ropa en una maleta, sabía que todo no me cabria dentro así que me dirijo a la habitación de Katherine para que me preste una.
- Sabes que no es necesario que te vayas de casa. - dice mientras rebusca en su gran closet una maleta.
- Ya es necesario que lo haga, no aguanto más maltratos por su parte, esto no es una familia Kath, te recomiendo que huyas pronto de esta locura.
- ¿te puedo confesar algo? - dice cuando vuelve a la habitación con una maleta negra.
- Claro.
- Tengo un departamento en remodelación. - responde con una sonrisa. - absolutamente nadie sabe que yo lo tengo, cuando esté lista, puedes mudarte conmigo, por eso te pido que aún no te vayas.
- Me alegro por eso, pero ya no puedo,