POV OLIVIA
Oh, Dios.
Este hombre iba a matarme.
¿Qué había sido todo eso?
Con su caricia sacudió todo mi interior. Sus grandes dedos, ásperos, lograron erizar cada pelo de mi brazo.
Y esa mirada, parecía que me quemaba. Sentía fuego en mi cuerpo.
En cuanto se volteó, relajé mi cuerpo, aún sin saber que estaba tenso. Ésta iba a ser una larga noche.