Miro a mi alrededor, y tan solo me encuentro con cajas y más cajas, no tengo idea de por dónde comenzar a organizar todo esto, ¿Quién dijo que mudarse era simple? Ahora recuerdo porque no me gusta hacerlo. Vuelvo a echar un vistazo a la sala y los muebles que hemos elegido realmente quedan de maravilla con las paredes en tonalidad gris claro. Busco las cajas que dicen "Sala" y comienzo a abrirlas una a una para ver qué cosas de las que tenía en mi antiguo piso pueden servir en esta nueva vida.

—¿Te ayudo mi amor? — Esa voz ronca que tanto me encanta es mi mayor incentivo para continuar con todo esto. Volteo para mirarlo y esos ojos negros azabache me observan detenidamente. Cada vez que lo miro vuelvo a enamorarme de él 《su cabello negro al igual que sus ojos, su trabajado torso, su piel color caramelo... es que es tan guapo...》 Solo puedo suspirar.

—¡Amor, has llegado! — Exclamo poniéndome de pie y me lanzo entre sus brazos.

—Discúlpame cariño, es que tuve una reunión de trabajo. — Se justifica sin soltarme.  

—Te perdono, pero ayúdame porque tú me has metido en esto. — Le pido y lo empiezo a besar como una loca.

—Mmmm... ¿ves porque quería que vivieras conmigo? Ya no podía resistir el verte solo los fines de semana. — Me repite y vuelve a besarme.

—Creo que terminaremos de acomodar todo más tarde. — Comento al notar como sus manos van quitándome la camiseta.

—Sara, eres el amor de mi vida... Te prometo que no te arrepentirás de haberte mudado de Barcelona. — Me susurra.

—Lo sé guapo, además en dos meses ya nos casamos; iba tener que venirme aquí de todas formas. — Respondo sonriente mientras vamos hacia nuestra nueva habitación en esta hermosa casa localizada en la mágica Málaga.

[...]

Siempre que estoy entre sus brazos pierdo la noción de todo. Hace dos años que me hace sentir así, pero ahora todo es diferente. Es mi prometido y quien yo sueño que sea el padre de mis hijos; aunque aun debo convencerlo un poco acerca de eso, ya que siempre dice que todavía es muy pronto. Nunca me cansare de darle las gracias a mi hermano de que haya traído a su amigo de vacaciones a Barcelona. Recuerdo que se suponía que vendría con sus dos mejores amigos, pero solo Facundo llego aquel día y realmente agradezco que haya sido así, aquel fin de semana comenzó todo.

Al ver que está completamente dormido a mi lado, me levanto de la cama con cuidado para no despertarlo, me coloco mi pijama, y regreso a la sala para seguir acomodando las cosas, aunque sea un rato más. Detesto que todo este desorganizado, sobre todo cuando tendremos invitados mañana. Coloco los libros en la pequeña biblioteca que hemos comprado e intento vaciar la mayor cantidad de cajas posibles. Le dije a Facundo que dejara su pequeña fiesta con amigos para el próximo fin de semana, pero es tan insistente que me ha convencido. No quiero ni imaginarme la cara de mi hermano si ve este desorden, él es un limpiador compulsivo y si llega mañana y se encuentra con todo esto, se burlará de mi mínimo por un año, eso sin contar lo pesado que se pondrá.

—¿¡Cariño, porque no dejas de ordenar y regresas a la cama conmigo!? — Lo escucho decirme desde el cuarto.

Me sonrió antes sus palabras y es que realmente me puedo por completa —¡Tú has invitado a tus amigos, ahora te aguantas! — Le respondo sin dejar mi tarea.

A los pocos minutos entra a la sala y me mira parado desde la esquina. —Vale, entonces te ayudo. — Propone y ahora si comenzamos a ordenar esto de manera más rápida.

Vamos colocando todo donde es debido y lo que creemos que no utilizaremos, lo dejamos en la habitación que está vacía. —Creo que hemos avanzado bastante. — Señalo y miro el reloj, el cual marca las 3AM.

—Mucho, ahora si amor... vayamos a dormir por favor. — Me pide jalando de mi brazo dulcemente y no puedo decirle que no.

—Vamos. — Accedo.

—Mañana estarán aquí al mediodía, no nos podemos despertar muy tarde. — Explica mientras me abraza.

—Está bien... — Es lo único que le logro responder antes de que mis ojos se rindan al cansancio.

[...]

[Al día siguiente]

—Cariño... — Lo escucho decirme al oído.

—Mmmm... ¿Qué? — Respondo con la ganas de seguir durmiendo, ganando la batalla.

—Te he dejado dormir lo más que pude, pero tengo todo preparado para la parrillada... Tu hermano y Xavi llegan en media hora. — Advierte dulcemente.

—Vale ya me alisto... — Respondo entre quejas.

—Si quieres ponte el traje de baño para entrar en la piscina. — Sugiere.

—Ya... ya... — Digo y para que no siga insistiéndome me levanto de la cama y voy al baño para ducharme y luego me cambio. Una vez lista, salgo de la habitación y cuando estoy por salir al jardín escucho el timbre.

—Cariño, ¿abres por fa? — Me pide desde afuera.

—Si, no te preocupes— Le respondo alto para que me escuche y voy hasta la puerta de entrada.

Abro la puerta, y allí esta mi hermano sonriéndome —¡Hermanita! ¡Cómo te he extrañado! — Exclama y me saluda abrazándome fuertemente.

—¡Y yo a ti! — Respondo emocionada y luego de unos minutos me suelta.

—Te presento a Romina. — Dice presentando a una chica que se acerca a él.

—Un gusto Romina, pasa. — Digo sonriente y luego un hombre se acerca. De repente él levanta su rostro, y no puedo creer quien es.

—Y te presento a mi otro mejor amigo Xavi. — Me dice y creo que debe de ser una broma.

—¿Este Xavi es tu Xavi? Es decir... ¿tu amigo? — Intento preguntar, pero no puedo reaccionar.

—Sí, este Xavi es mi mejor amigo al igual que el de tu prometido. — Explica sonriente y no puedo creer que se trate del famoso músico Xavi de la Fuente . —Xavi, te presento a mi hermana Sara. — Le dice y el famosísimo músico me da dos besos.

—Un gusto Sara, por fin puedo conocerte. —Me dice con una sonrisa de esas que aparecen en los poster que suelen colgar en la calle cuando se aproxima una de sus presentaciones.

—Igualmente... ¿Tú eres él que no podía ir a Barcelona de vacaciones por trabajo? —Pregunto como una tonta y es que en verdad es más guapo en persona. Sus ojos miel se fijan en mi y sigo un poco confundida por la situación.

—Sí, ese era yo... Estaba de gira, por eso no pude ir. — Explica y yo aun no puedo entender que sucede aquí...

—Pasa. — Es lo único que consigo decir.

Una vez que ellos entran, cierro la puerta con mi mente dando vueltas en que mi prometido y mi hermano tienen como mejor amigo a nada más ni nada menos que a Xavi de la Fuentes, ahora entiendo porque no subían fotos los tres juntos a las redes sociales; hubiera sido todo un escandalo.