Un fatídico encuentro
En el camarote del capitán Emily se probaba las ropas y la peluca que su esposo había elegido para ella: Lleva un largo traje en tono celeste, totalmente de la época que le apretaba fuertemente el pecho y apenas la dejaba respirar, y sobre su cabello una peluca de color rubio en un bonito recogido aguantado con una hermosa joya.