La leyenda
de Siren
Tras largos días navegando en aquellos botes sin ver nada más que agua, todos parecen estar algo cansados, y apenas les queda ron o provisiones.
- Nos dirigimos hacia una gruta…- comenzó Emily preocupada, al percatarse de que se dirigían hacia un agujero en una roca en el mar.
- No temáis – Tranquilizaba el hada - es allí a dónde nos dirigimos
- ¿Bajo las rocas? – Preguntaba el señor Smith preocupado – Pero… allí está oscuro y hay murciélagos – se quejaba el hombre.
- No encontraréis nada de eso aquí &nda