Se suelta del agarre y se marcha… Jean solo observa el contoneo de su hermoso trasero. Lo hacía más interesante a decir verdad, cuando las mujeres se lo ponían fácil le estaba resultando un poco aburrido. Pero esa stripper…
Ella sí que lo hacía sentirse diferente… y no descansaría hasta tenerla en su cama.
—Sí que te lo va a poner difícil hermanito. Su hermano se ríe.
—Sí, pero la tendré.
—¡Yo lo dudo! Responde bebiendo de su trago. —No parece igual a las chicas de aquí.
—¡Todas son iguales! El dinero siempre las encandila. Sonríe reclinándose en la silla.
—Muy bien… eso tendré que verlo.
Jans le dedicó una última mirada a la chica que lo había rechazado por segunda vez en una noche, y sonrió… si, le resultaba inter