109| Alex.
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Di un paso hacia Ana Laura, pero ella retrocedió. Había algo en todo su cuerpo que me gritaba una cosa, pero sus palabras decían otra.
— Aléjate — me dijo, apuntándome con el dedo en el centro del pecho y empujándome — . Es mejor que te alejes — me repitió, pero yo no me alejé.
— ¿Tienes idea de lo que está pasando? — le pregunté — . Cuando llegaste al hospital ese día, después del atentado, te veías tan diferente, tan segura de ti misma, y ahora eres nuevamente aquella Ana Laura temerosa e insegura de sus sentimientos.
— ¡Yo no estoy insegura de mis sentimientos! — me gritó; luego, al darse cuenta de que seguíamos en su casa, de que los cuatro niños estaban cerca e incluso el señor Bob, bajó un poco el tono de voz — . No estoy insegura de mis sentimientos. Sé muy bien qué es lo que siento.
— ¿Y qué es lo que sientes, Ana Laura? — le pregunté — . Aún sientes algo por mí, ¿no es verdad? El miedo que tuviste en el hospital es muy evidente, aún sientes algo por mí.
— ¿Y crees qu