Renata
El hombre en la recepción del edificio me avisa cuando la candidata ha llegado, así que bajo para encontrarme con ella en el vestíbulo. Su nombre es Jane Pérez, y se parece exactamente a todo lo que no quería. Es increíblemente atractiva.
Una mujer hermosa, con piel color miel y un largo cabello castaño que cae hasta la mitad de su espalda. Tiene una figura en forma de X, una sonrisa amable, y la miro con envidia por un momento porque sus pechos son mucho más grandes que los míos.
Debería haber contratado a un hombre.
—¿Señorita Pérez?
—Hola, señorita Brown. Es un placer conocerla.
Nos damos la mano, y ni siquiera puedo encontrarle un defecto en eso. Su mano es cálida pero no sudorosa, delicada pero no frágil, y sus uñas están pintadas de un color neutro perfecto. Me considero afortunada si encuentro tiempo para hacerme una manicura durante las vacaciones.
—Gracias por venir. Leí su currículum y llamé a sus antiguos empleadores, y creo que podría encajar en este puesto, pero, p