El abuelo suspiró explicándole. “Desde el día del cumpleaños de Melody estabas ausente”.
Adam escuchó a su abuelo y recordó las miradas de Melody, siempre estaba triste, no brillaban sus ojos como antes, ella debió mal interpretar todo, debió pensar que el sentía algo por Verónica, quería explicarle todo, se levantó. “Iré a la capital hablaré con ella”.
El abuelo negó advirtiéndole. “No podrás verla, estará tres meses encerrada en una mansión sin ningún tipo de comunicación, no pueden tener contacto con nadie del exterior”.
El abuelo lo pensó y le dijo a su nieto. “Si ella gana… estará lejos por un largo tiempo”.
Adam miró a su abuelo, Melody era la mejor, seguro ganaría, era cierto, después del concurso sería una gira y entrevistas, ciudades que visitar, eventos entre muchas otras cosas...
Adam subió a la habitación, se sentó en la orilla de la cama cabizbajo y susurro. “No terminamos de hablar Melody… Lo siento”.
Se quedó dormido después de un tiempo sin darse cuenta, estaba de