54. Te extrañé
Naylea
Bajo las escaleras de la casa de mi novio y me dirijo a la sala de estar donde lo veo muy entretenido conversando con alguien.
—¡Oh amor—sonríe—ahí estás!
Lo observo con cierta curiosidad y no comprendo lo que está sucediendo hasta que veo a la mujer a su lado voltearse.
Es mamá.
Lágrimas empiezan a caer de mis ojos como cascadas, ¡cuanto extrañé a esta mujer!
La observo mientras espero que se acerque a mí.
—¡Ay hija, lo siento!—llora corriendo a mis brazos—fui una terrible madre y no te creí, por mi culpa sufriste mucho, perdón mi niña—llora desesperadamente—te juro que estoy trabajando por mejorar a mi vida y sacar personas tóxicas de ella— se explica—tenía tiempo queriéndote dar este abrazo, pero temí tanto por tu rechazo, que preferí vivir aferrándome a la idea de que ya no te tendría en mi vida, tienes un gran hombre hija, él me devolvió la fe—habla desesperamente.
Sonrío y la aprieto más a mí, quiero fusionarme tanto a ella, que no pueda volver alejarse de mí, quiero apre