PDV: Evan

—Lamento desilusionarte, Evan, pero desde hace un tiempo fue diagnosticada con cáncer, es incurable y por ello prefiero disponer mi fortuna y la empresa a un miembro de la familia que sea lo suficientemente apto para esa responsabilidad.

—Me parece que te has equivocado en invitarme y en mencionarlo, no estoy interesado en nada de lo que tienes, con lo que he logrado me basta.

—Odio admitirlo, pero estoy de acuerdo con Evan, soy un actor de renombre y no estaré esperando migajas, abuela.

—Me parece que los dos se equivocan, si llevamos a una sumatoria todo lo que poseo añadiendo la empresa de base tecnológica de la que aún estoy a cargo diría que estoy por encima del rango de lo que ambos tienen y pueden llegar a obtener en un futuro. Me atrevería a decir que con mi herencia no tendrían que trabajar por el resto de sus vidas.

—¿Cómo? ¿De cuantas cifras estás hablando, abuela?

—De una que hizo que tu padre me odiara por no nombrarlo en el testamento. No pretendo aligerar