Tras esa emotiva charla, sus ojos se abrieron, su corazón dejo de sangrar y se enfocó en buscar la manera de salir de esa pesadilla llamada FAMILIA, estaba hundiéndose en esa arena movediza de mentiras que Valentino había creado para mantenerla a su lado.
Al volver de su paseo por la tarde, Valentino le pide que lo acompañe a la otra isla con la familia Barreto.
—Les avisaré a los niños.
—No pueden venir con nosotros, cariño.
— ¿Por qué no?
— Porque es viaje de parejas. Volveremos al amanecer.
—Entonces que Oliver se quede con ellos, me sentiré más segura.
—Está bien. —Suspira Valentino — Si eso hace que tengas mejor semblante y dejes bajo siete llaves esa cara de pocos amigos. Le pediré que se quede —dice de mala gana.
Así lo hizo, pero ella tenía que cerci