Llevé a Isabel a la cocina para detener el sangrado de su nariz, la senté en un taburete y tomé el pañuelo que Liv me tendía para poder limpiarla.
-Mi amor, perdóname, no reaccioné a tiempo, permití que te hicieran daño, enserio perdóname-
-No es tu culpa cariño- Respondió en un hilo de voz –Estoy bien, enserio- Dijo con una pequeña sonrisa, pero aun lagrimas corrían por sus mejillas.
-No permitiré que alguien te vuelva a poner una mano encima, lo prometo- Comente mientras besaba su frente y la tenía abrazada, estaba aferrado a ella, como si no quisiera que se separara de mí.
Escuchamos un par de gritos provenientes del comedor, sentía como Isabel se ponía tensa, sabía que esto la asustaba y justo esta reacción era la que ella quería evitar. Por un lado yo me siento algo más tranquilo de que de una u otra manera Charlotte ya sabe de mi relación con Isabel, y no puede hacer nada al respecto para evitarlo.
Después de un par de minutos, se dejaron de escuchar los gritos del comedor, unos