- Estás mucho mejor. – Dijo Neithan revisando la pierna de Èliàn. – En poco tiempo podrás caminar.
- Gracias. – Dijo ella.
- ¿Puedes apoyarla? – Le preguntó mientras se levantaba y le tendía la mano para ayudarla.
- Si. Creo que sí. – Dijo ella. – Si, puedo apoyarla. – Luego comenzó a caminar y segundos después a trotar en el mismo sitio. – Si ya puedo.
- Oye, pero no te aceleres. – Le dijo deteniéndola. – No la fuerces. – De pronto Jessica abrió la puerta y los dos se sobresaltaron.
- Esa cosa está sonando. El ruido es muy fuerte.
Los dos salieron apresuradamente de la habitación hacia la sala de control. Neithan comenzó a apretar varios controles y en la pantalla apareció una galaxia con dos soles y unos planetas que parecían ser de piedra excepto uno que er