—No lo sabía.
—Ten cuidado… —Nos miramos—. Cada uno de ellos está cuidando a sus esposas, y Arnold a ti te terminó.
—¿Cree que tenga relación todo esto?
—Algo si estamos segura todas nosotras y es que, con el menor de esa camada de lobos, tú eres muy importante para él.
—¡Se va a casar con otra! —dije al borde del desespero.
—No se ha casado, a lo mejor es una fachada para encubrir algo, conozco a mi hermano y los tiene a todos trabajando. No pierdas la esperanza, soy detective, algo están planeando y mi hermano es… apenas me pueda parar de aquí lo averiguaré y te diré, pero ¡qué descubro lo descubro o dejo de llamarme Luisa Sandoval, corrijo Moreno! —La abracé fuerte.
—Gracias, Luisa.
—Para eso estamos, Simón me dijo que Verónica sacó a punta de tiros a la prometida de Arnold, sí él no la defendió, es porque no le interesa, ahí hay gato encerrado. Por ahora tú ve a tu cita que si le importas a Arnold no te dejará sola o armará un escándalo.
» Créeme, esos hombres tienen alma de vaque