—Ya hay tres preñadas en la familia.
—Y de una vez te digo que cerramos el chuzo, me voy a operar, no más hijos. —solté una carcajada y comencé a besarla—. No quería tener más hijos, pero por tu insistencia en no volver a cuidarme acepté.
» Ahora al ver lo feliz que se puso Inés con cuidar a Diana, me hizo sentir que eso la ayudaría a ella para no pensar en su enfermedad y el mantenerla con la mente ilusionada, feliz y tranquila, le estamos regalando días de vida, entonces este bebé será una gota de vida a la vida de nuestra vieja. —La besé, siempre ve lo bueno en las situaciones, esa es mi mujer.
—Entonces no te operes y tenemos otro.
—¡No señor!, para eso queda Gladis que tenga otro niño, Shirly debe de tener tres más y Lupe, Verónica, Luisa y yo ya cerramos la fábrica.
—Te amo.
Me arrodillé, besé su vientre, Melisa llegó a nuestro lado, le dio un beso en el vientre de su madre.
—Las adoro.
La verdad era que nos estamos reproduciendo como conejos. Clarisa se metió en la cocina a pre