—Buenos días.
A la cocina ingresó el padre mirando el celular. Todos les respondimos el saludo.
» Simón, analizando lo que pasa con la situación de Verónica, voy a aplazar mis vacaciones para dentro unos dos meses, ella en veinte días ingresa a la quimio y a eso que le harán. —movió las manos.
» Son otros veinte días las que debe estar aislada de todos. Eso hace casi mes y medio. ¡Quiero ser el padre que los case a ustedes y bautice a los cuatrillizos! ¿Te parece?
—Rata cuadra todo, recuerda que en un mes tendríamos la convención. Deberá aplazarse.
—Sí, tienen razón, cuadraremos y dejemos todo para dentro de dos meses y medio.
—Bueno, ya es hora de irme.
Tomé la nevera portátil, me acerqué a Inés, siempre me da la bendición, era sagrada para mí, aun estando en Colombia la llamo en la mañana y en la noche para que me dé la bendición. Vi que la señora Consuelo miraba la escena con ternura.
—En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Que Dios, la Virgen y los ángeles te custo