Capítulo XXXIX...
Los hombres se marchan, y Antonio se dirige a ver a su esposa quien está en una mecedora con un traje de bebé en sus manos mientras en silencio derrama lágrimas…
-¿Cómo estás? Lamento no haber venido a verte antes pero estaba ocupado
Elizabeth da una sonrisa – lo sé…Madame Aimée me dijo lo que vas a hacer
-¿Estás de acuerdo?
-Quiero que Alex pague por lo que me hizo – rompiendo en llanto – mató a mis bebés y no conforme con eso me quitó la dicha de ser madre…
-Esperaremos tu recuperación y volveremos a intentarlo, no descansaré hasta que seas madre
Elizabeth apenas mira a Antonio…
-Pero, Antonio…
-Oye, ese bebé llegará y será la culminación y dicha por tanto sufrimiento que pasaste – acariciando la mejilla de la joven – ahora descansa…
- ¿Te irás?
-No, me quedaré contigo y te haré reír – la joven da una enorme sonrisa
…
-¡Bastardos! – recibiendo un golpe en el rostro…
-Oye, solo queremos recordarte el daño que hiciste a la esposa de Antonio – dando una sonrisa
- ¡Él me qu