Mundo ficciónIniciar sesiónLIAM
Ya casi eran las siete de la noche y estaba solo en casa, nada que hacer, nada divertido por lo menos. Tras el miserable temblor que tuvimos, mi sobrino de tres años se orinó sobre mí, si lo preguntan, deseché lo que llevaba puesto en ese instante. De verdad que era un pésimo tío, no podía más con esto. Sin pensarlo mucho llamé a Rita, la mujer que cuidaba de mí cuando era niño, se alegró mucho cuando le pedí que cuidara a Peter. No la había visto hace un tiempo, pero cuando llegó a casa con su radiante sonrisa recordé muchos lindos momentos de cuando era pequeño. Su cuerpo era más pequeño de lo que recordaba, las arrugas de la edad habían tomado su piel, pero no dejaba de irradiar ternura y calidez.—Liam, eres un joven apuesto. —acaricia mis mejillas y sigue con mi sobrino—. Tú igual, pequeño Peter. Es un placer conocerte.Peter se sonroja ante las cálidas palabras de Ritay le tiende la mano para un amistoso saludo. Veo el panorama y siento un cosq






