Madison
Alcanzo al señor Burj cuando a cruzado hacia otra habitación, cuando llego, me agarro de mi bolsa al ver tanto lujo. Es la sala, pero es una sala para veinte personas o más, al fondo está una cantinera grande y con estantes de botellas. Ventanales de piso a techo abarcan toda el área. Bajo el pequeño escalón y me quedo de pie a un lado de uno de los grandes sillones. Dios mío, nunca en mi vida había visto tanto lujo junto. El señor Burj se acerca a la cantinera de lujo y sirve dos vasos, se gira y me ofrece uno.
―Gracias―aunque dudo por un momento dar un sorbo.
―Tome asiento―lo hago, él se sienta en el sillón contrario para estar frente a frente.
―Ya tiene el acceso a mi casa, solo podrá entrar con su clave de nacimiento y mostrando su rostro.
―Sí, señor.
―Te daré la lista de mis empleados dom