En aquella sala de la mansión de los Brooks-Peterson se celebraba la llegada de las gemelas y sus parejas.
— ¿Y no se pueden quedar aquí en lo que terminan las remodelaciones de la nueva casa?—preguntó Evelyn a Valentina, ella no supo que contestar de inmediato. —La casa es demasiado grande para tu padre, para mi y tu hermana, además, nos encantaría tenerlos en casa.
—A mí también me gustaría, podría hablarlo con Jasper.
—Así también veríamos lo de los arreglos de la boda, —Miranda se uni&o