▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂En el norte de Wyllimsbirk se encontraba huyendo una omega de tan solo 80 primaveras. Asustada de su alrededor y temiendo de cada día, ya que una omega cuenta con precio para grandes de poder. Y si alguien se enteraba de que ella era una omega, sufriría de esa horrorosa trata de omegas que existía.Adara tenía en cuenta que el mundo era horrible si se trataba de omega, con escasez en las manadas principales y sin muchas especies, se trataba de mantener a omegas en un harem de algún poderoso en donde ellas concedieran camadas grandes para extender las especies.Adara odiaba la idea de que alguien le hiciera lo mismo, odiaba el hecho de formar parte de algún harem ofreciendo su cuerpo a la fuerza.Ella quería amar a alguien y que esa persona la amara de igual forma.Aun así, estaba insegura de lo que quería, ya que pensar en su futuro o su presente le daba jaqueca. Su peor pesadilla era ser pareja de alguien con poder, porque no la amaría y solo la vendería.Deseaba te
𝘼𝙙𝙖𝙧𝙖▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂Observo mi cuerpo repetidas veces mirando la ropa que tengo puesta, con esto puedo ocultar que soy una omega, entre grandes telas y un vestido pesado con el que puedo pasar como una beta. Cubro mi aroma dulce, uno que siempre hace que todos se den cuenta de que soy una omega.Ser una omega parecía una maldición, sería secuestrada y llevada a cualquier lugar donde pagaran por mí. Mi mamá lo sabía, de pequeña era fácil ocultar lo que era, pero cuando cumplí la mayoría de edad requerida solo me saco.No quería lidiar con problemas por mantener oculta a una omega de altos mandos, muchos cuestionarían el porqué nunca me vendió al ser pobres y de poco dinero dentro de una sociedad. Solo una plebeya con apenas algo para comer.Me quedo conmocionada al sentir esa testosterona de un Alpha puro, muerdo mis labios nerviosa, no quiero que alguien me atrape y solo me use para cosas que no me gustan. Abro la puerta un poco temblorosa e inspecciono el área para ver si no
AdaraUnos ojos grisáceos llegan a mi sueño y es cuando despierto, miro asustada el auto en el que estoy sin rastro alguno de esos hermosos ojos. Ni siquiera sé su nombre, creo debo de regañarme por no preguntar algo fundamental.¿Todo fue un sueño?, escuchó un ruido y un frío aire pasa por mi espalda helándome. Ajusto mis lentes notando que están rotos, me los quito y me doy un leve regaño por mi descuido. Cuestan demasiado como para que este a cada rato comprando unos nuevos. Suelto un cansado suspiro.Escuchó un fuerte ruido nuevamente y giro mi rostro hacia la ventana del coche, noto que estoy en medio de la carretera junto a más autos negros, demasiado modernos, veo a dos lobos peleando y me alarmo, están peleando y no es un sueño, uno de los lobos termina tirado. Mi corazón se va a mi garganta, ¿y si él es el que ha caído? Oh, no.Abro la puerta del automóvil, el fuerte olor a sangre me hace vomitar, miró sobre el rabillo de mi ojo a un lobo negro grande caminar y suspiro alivia
AdaraParpadeo lentamente mirando hacia el techo, siento que estoy encima de alguien y rápidamente me alarmo, ¿camine dormida?, trato alejarme, pero alguien me detiene. Me tranquilizo y miro mejor en donde estoy, recorro con mi mirada a Kellen y bajo hasta ver como sus brazos abrazan mi cintura.Recargo mi cabeza de nuevo sobre él y suelto un suspiro cansado, todo ha llevado un cambio en este momento. Y en toda mi vida, desde el día de mi revelación, ser omega no fue como lo que soñé, huir y tener miedo toda mi vida no era algo de lo que tenía en cuenta. Ocultarme de todo y mantenerme escapando del peligro, por lobos morbosos. Mi vida solo se resumió en adaptarme a la mi estado.Queriendo sentirme a salvo, y durmiendo intranquila. Y ahora estoy sintiéndome a salvo, durmiendo con tranquilidad. Es algo irreal, nunca soñé encontrar a mi pareja, no quería ilusionarme con nada. Prefería no ilusionarme y dañarme a mi misma.— ¿En qué piensas pequeña? —.Recargo mi mentón sobre su hombro, lo