Melisa caminaba por el mercado, estaba aburrida, este día no había muchos turistas, así que decidió salir

-Voy por un agua, ¿quieres algo?- su hermano solo negó con la cabeza, caminando por los pasillos notó algo en el local de Sofía, mira como un hombre la abraza y besa; 

-Lo sabía ella es una cualquiera- se dice así misma, se acerca sin perder de vista nada- cuando lo sepa Daniéll se desilusionara de ella- se acerca sonriendo feliz pero esa expresión se va desvaneciendo al ver que al que besa es Daniéll, sus ojos se llenan de odió y de lágrimas, se da la media vuelta regresando por donde venía, sin decir nada se va a su casa, sin que Mónica la vea va a su cuarto al entrar se encierra, necesita sacar su frustración, azota todo lo que tiene a su alcance; 

-Maldita Sofía, te odio- se jalo los cabellos- tú no me quitarás el amor de Daniéll, como tampoco me quitaste el amor de Antony, estúpida Sofía, pero esto me lo pagarás muy caro, y tú Daniéll no tendrás