Ginna Renaux
Me tomo casi diez minutos terminar con mi diatriba de autocompasión. Quién además de mi tiene que sufrir tanto, ahora además de virgen, tengo una vida sexual frustrada, y tengo que verle la cara a el culpable de mi frustración.
Creo que más que el orgullo, me lastimo en mi feminidad. Primero me hizo sentir deseada como una diosa, para después bajarme la autoestima a niveles que ni siquiera podrían ser contados.
Me metí en mi baño, tomé una ducha larga y me saqué del cuerpo el olor a ese maldito demonio, Ra. A cada vez que