CAPÍTULO CUNCUENTA Y UNO

Emiliano Santorini

“Ardientes”,  no definen los pensamientos que tengo ahora mismo. Ginna ha comenzado a luchar con mi cinturón, tratando de deshacerse del  pantalón caqui que llevo y la observó extasiado mientas lucha con mi  cremallera.

La última vez que estuvimos juntos nos entregamos de  una forma  totalmente deliciosa, pero precipitada. Tener a mi Diosa Isis en mi cama, bajo mi techo en la finca, solo explotó mis ganas contenidas. Revolucionó mi deseo sexual de tal forma, que solo deseaba hundir mi desesperación en ella. Lavar con su mar el sufrimiento de la separación que me estaba consumiéndome vida.

Aquí en el centro de Paris no pienso ser tan básico. Se que a veces me puedo mostrar intenso, pero es mi forma de amar, no puedo menos que apasionarme cuando veo a Ginebra

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo