Las venas del cuello del hombre rapado se hincharon mientras rechinaba los dientes. Como si ella supiera lo que él iba a hacer, Saydie lo detuvo. "No. Solo aguanta un poco más".
Cuando el hombre tatuado vio la mirada desafiante del hombre, dijo: "Ja, ¿a qué viene esa cara? ¿Quieres morderme?".
Tras decir esto, caminó hacia el hombre, pero éste miraba a Saydie. Empujó al hombre rapado, lo cual le hizo perder el equilibrio y caer al suelo.
"Tú…”.
El hombre rapado quiso abalanzarse sobre él, pero otras dos personas de atrás se acercaron y lo inmovilizaron en el suelo.
El hombre tatuado le dio una calada a su cigarrillo y expulsó el humo sobre la cara de Saydie, quien entrecerró los ojos y lo miró sin expresión.
“No tenía idea de que Gerald reclutaría a una mujer. Esto es raro”, dijo el hombre tatuado mientras sonreía de forma lujuriosa. Levantó la mano para acariciarle la mejilla y continuó: “Tienes una piel blanca, y se siente tan delicada. ¿Estás segura de que puedes aguantar unos