Quincy se empezó a reír y dijo: “Si yo estuviera organizando una fiesta de cumpleaños, desde luego no utilizaría estos adornos. El Viejo Goldmann es un hombre. ¿No crees que estas decoraciones son demasiado coloridas para él?".
Saydie miró los adornos que escogió. Todas las decoraciones eran recomendaciones del vendedor. Le dijo que a los ancianos de su país les gustaba decorar sus fiestas de cumpleaños con colores brillantes, ya que eso les traería buena fortuna.
Quincy apoyó la barbilla en la palma de la mano, la miró y dijo: "¿Es la primera vez que decoras una fiesta de cumpleaños para alguien?".
Saydie cruzó sus brazos sobre su pecho y no dijo nada.
Quincy sonreía de oreja a oreja mientras le daba unas palmaditas en el hombro y decía: “No te preocupes. Simplemente hazte a un lado y observa”.
Quincy recorrió varias tiendas seleccionando adornos durante toda la mañana. Se crió en la mansión Goldmann, así que sabía lo que le gustaba a Nicholas.
En cuanto a Saydie, ella simplemen