Estoy sentada en la cafetería mirando por la ventana, esperando mi orden veo a la gente pasar, todos se ven tan distraídos en sus vidas monótonas y repetitivas, todos estamos atrapados en ese pequeño círculo creces, estudias, trabajas, tienes una familia y después mueres, no tienes nada de especial todo mundo tiene eso, todos terminamos donde mismo.
*tú no eres como los demás querida.
*ay Liz siempre te escucho en mi mente quisiera poder tenerte aquí en un cuerpo físico para poder conocerte.
*algún día me tendrás querida.
Sonrío es la única compañía que siempre he tenido es una voz en mi cabeza que a veces miro reflejada en los espejos como una gran sombra detrás de mí con ojos morados, la primera vez que la miré creo que fue a los 10 años, me estaba peinando y en el espejo la mire di un gran grito, claro lo primero que hice fue avisarle a mis padres que creyeron que era mi imaginación.
Pero cuando pasaba horas hablando en mi habitación sola me mandaron a un psiquiatra, el en verdad no hizo nada solo les quitó diré a mis padres y les dijo que estaba mentalmente sana, aunque aquí entre nos creo que se equivoco, escucho como dicen mi nombre.
-Alicia dos capuchinos y un panqué de chocolate.
Me levanto y me acerco tímidamente al mostrador, nunca me ha gustado los lugares con tanta gente.
-Eres Alicia.
-Sin señor.
Me entrega las cosas y pagó, voy sujetando los dos capuchinos y el panqué, voy muy concentrada en no tirarlos que no me fijo a dónde voy me estrelló contra el pecho de alguien, el café se derrama y me quema las manos, me dobló ya que me queme un poco el pecho, aunque claro que con tanta ropa que traigo no creo que me halla echo daño.
-Lo siento señorita no la miré discúlpeme.
Volteo hacia arriba y veo un hombre alto, moreno, tienes unos lindos ojos color turquesa y cabello negro, no sé qué decir nunca había estado tan cerca de un hombre tan guapo.
-Se encuentra bien, necesitas algo.
-Ah no yo.
Volteo así abajo y miro el desastre que he hecho, estoy empezando a ponerme más nerviosa.
-Disculpe.
Le sacó la vuelta y me voy del lugar, voy a mi casa no es muy grande pero es mío, bueno de mi abuela me la dio, al llegar a la casa de dos plantas, la parte de abajo la hemos hecho una tienda de camisetas donde se hacen impresiones también hacemos vasos y volantes, bueno yo las hago y Vanessa fue la de la idea, es mi pareja actual, al entrada al local ahí está en el mostrador recargada, me mira de pies a cabeza y frunce las cejas.
-¿Y mi café, qué pasó?
-Se me cayeron.
-Genial y yo me quedé con ganas de tomarme un café gracias Alicia.
-Lo siento Vane si quieres puedo hacerte algo de comer.
-No así está bien gracias ya no quiero nada.
Sale de detrás del mostrador y sube las escaleras a la parte de arriba, creo que está enojada conmigo, voy al mostrador y saco unas toallitas húmedas y me limpio las manos, solo las tengo un poco rojas, miro el lugar, Vanessa lo a puesto muy moderno, yo solo soy el artista se podría decir.
Estoy mirando fijamente una camiseta que hice hace pocos días, está colgada en un perchero es negra y tiene la imagen del bosque y la luna, esa imagen me tranquiliza un poco, escuchó la campanita de la puerta al abrirse, me enderezó y saludo.
-Buenos días.
Al ver quiénes me sorprende y me pone nerviosa es aquel joven con en el choque en la caféteria, trae una bolsa y dos cafés, se acerca y los pone en el mostrador.
-No creí correcto aver tirado tu café y no comprarte otros, le ordene lo mismo que tu al joven de la tienda y esto fue lo que me dio y en verdad discúlpame, estaba muy distraído.
No quería verlo a la cara, estoy viendo mis manos el mostrador.
-Descuide está bien no tenía que haberse molestado señor.
-No me llama señor, mi nombre es Victor mucho gusto.
Extiende su mano y escucho como Liz grita en mi cabeza.
*Uy qué guapo, hay nena tócalo.
*Liz callate.
* De perdida saluda tonta.
Extiendo mi mano y aprieto la suya, al hacerlo un escalofrío recorre mi cuerpo rápidamente lo suelto y escondo mis manos en mi espalda.
-¿Y este quién es?
Escucho la vos de Vanessa que viene de las escaleras se acerca y se para a mí lado.
-El es Víctor por él fue que no pude traer el café, chocamos y se me derramo, trajo unos.
Vanessa lo mira de arriba a bajo y lo fulmina con la mirada.
-Bueno pues gracias señor Víctor, se puede retirar.
-Bueno adiós.
Vanessa lo sigue con la mirada, esto es incómodo, cuando se fue me voltea a ver.
-A ese no lo quiero volver a ver cerca de ti.
-Vanessa solo trajo el café no seas celosa.
-Bueno como sea tira eso, no sabemos que le haya echado.
-Si Vanessa.
Tomo el café y me dirijo al baño los arrojó al inodoro, luego los vasos los tiros al bote de basura, salgo del baño y miro cómo Vanessa se pone el abrigo.
-Vas a salir.
-Si tengo hambre nos vemos luego linda.
-Adiós.