—¡Ahora, intenta recibir mi golpe!
Cuando Juan terminó de hablar, de repente, su aura cambió drásticamente.
En ese preciso momento, ya no era el joven discreto de antes; parecía más bien un imponente monarca que tenía el control absoluto sobre la vida y la muerte de todos los seres.
Bajo su imponente presencia, todo lo demás parecía ser insignificante; solo su figura majestuosa permanecía altiva bajo el firmamento estrellado.
Era como si él fuera el único soberano del vasto universo, dominando absolutamente todo a su alrededor.
Incluso Yago, sintió un estremecimiento total al ser impactado por la presencia de Juan; por un instante, sintió el fuerte impulso de postrarse ante él.
Juan dio un paso hacia adelante y exclamó con calma: —¡Déjame mostrarte mi excepcional técnica!
En ese instante, levantó su mano, con dos dedos formó un cuchillo y lo deslizó con agilidad por el aire vacío.
De repente, un rayo de energía cortante emergió de inmediato de sus dedos, avanzando con una velocidad ate