Capítulo XLVI Confesión de Amor

Este corrió en busca de Nadia, quien se encontraba en posición fetal tapándose los oídos.

—Mi amor, ven conmigo. La toco suavemente por el hombro.

—No puedo. Dijo entre lágrimas. —No puedo hacerlo, tengo miedo. De todos, de tí. 

Wagner sintió más dolor por aquellas palabras que por la bala que recibió. 

—Yo solo quiero protegerte mi lirio. ¡Creeme! Se arrodilló.

—No puedo. Decia, sus ojos estaban muy rojos.

—Nadia, mírame. La tomo del m

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados