La Corporación Internacional Hans no estaba cerca; llegar a su destino les llevó otra media hora.

Una vez que llegaron, Cristofer guió a los niños al edificio de la Corporación Internacional Hans.

La hora de trabajo estaba a punto de comenzar. En este momento, muchos empleados que acababan de llegar estaban registrándose en la recepción.

Todos sabían que su jefe era como una máquina de trabajo que siempre trabajaba toda la noche. En general, Cristofer estaría ocupado en el trabajo a esta hora todos los días.

Por lo tanto, se sorprendieron mucho cuando vieron que Cristofer acababa de llegar a la empresa a esta hora. Y lo que los sorprendió aún más fue que Cristofer venía con dos niños.

"Señor Hans, buenos días", saludó nerviosamente un empleado a Cristofer.

"Buenos días. ¿Ya desayunaste?" Cristofer respondió con una sonrisa.

El empleado se sintió halagado y atónito. "... Aún no."

"Puedes comprar algo de comida para el desayuno primero. No hay prisa por trabajar", sugirió Cristofer.

"Se