Ella contuvo las palabras que estaban a punto de salir de sus labios y suspiró.
"Está bien, mamá. Solo olvídalo. En el futuro, él seguirá su camino y yo seguiré el mío. No te preocupes. Puedo encargarme de los niños", aseguró Estelle.
"No tienes mucha experiencia cuidando niños. ¿Qué tal si solicito la baja y te ayudo a cuidarlos? Es agotador para ti cuidar de dos niños sola. Te ayudaré. Para mí, sigues siendo una niña que necesita ser cuidada en mi corazón. No puedo dejarte manejar todo sola".
Estelle la detuvo de inmediato y dijo apresuradamente: "Mamá, ya tengo veintiséis años".
"¿Y qué? No importa cuántos años tengas, siempre serás una niña en mi corazón", dijo Aurora y no pudo evitar sonreír amargamente. "No has cambiado nada desde la niña terca que solías ser. Aún recuerdo que estabas decidida a aprender diseño de joyas en aquel entonces. Y elegiste una universidad extranjera e fuiste a la Ciudad de Lanster sola sin importar nada. En ese momento, tu padre estaba preocupado por t