Capítulo 52: Fríos

―¿Él no tenía que comer con su novia?

―Ya no.

―Ok…

Al ver sus ojos fríos como el hielo, que ni siquiera volteaban a mirarme, entendí que era mejor callar y dejarlo con sus pensamientos, pero estaba realmente preocupada por él. Temí que la razón de su nueva actitud fuera por mi culpa y cómo le pedí que ya no me tratara como una novia falsa para salirse de sus problemas personales. Pero no era buen momento para hablar con Ricardo, el ambiente hasta me erizaba los vellos. Por el momento él necesitaba estar a solas con su reflexión personal. Quizás más adelante Ricardo podría abrirse con Christopher y decirle lo que le pasaba.

Por fin estábamos llegando al estacionamiento del centro comercial y ya no hablábamos entre nosotros. Ricardo se apresuró a marcarle a Christopher desde el auto para avisarle que ya había llegado.

(Ring, Ring)

—¿Sí? ¿Hola? —contestó Christopher .

―Ya llegamos Christopher . ¿Dónde estás?

—Estoy tomando un café en el Coffee Blue del primer piso. Aquí los espero
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