A pesar del momento de inestabilidad que surgió el encuentro con Salomé se le hizo agradable y en el fondo revelador. De no haber sido por ella ni siquiera se habría enterado que su cuñado es bisexual y está enamorado del sujeto llamado Eros que acompaña a su hermana.
— Creo que él se lo pierde aunque veo un destello mínimo de interés en ti – la chica resopla.
— Solo somos buenos en una cama cuando estamos los tres Amelia, no me engaño – Amelia casi siente lástima por la chica si no hubiese sido porque escucha la voz de su novio discutir con alguien y sale disparada del baño.
— Puedes hacer lo que te plazca Edda, pero recuerda que al final del día yo siempre gano porque lo que menos hago es actuar de manera visceral como l hace el com&u