By Agustín
La sigo mirando y no puedo evitar sentir esa atracción casi fatal.
Tenía puesto unas medias negras, o calzas, no sé, con un shorcito arriba, botas hasta las rodillas pero sin tacos y una campera Roja casi fluo.
Los hombres la miraban, creo que no hubo ni uno solo, de todos los que pasaron, que no la haya mirado.
-¡Tío!
Dice Catalina, me vio antes que Any, se soltó de los brazos de su prima y vino corriendo a saludarme.
-Voy a tener a mi hermanita y soy la hermana mayor.
Dice a media lengua, pero yo lo entendí perfecto.
-Te felicito cielo, sos la hermana mayor más linda del mundo.
-Te quiero tío - me llena de besos y me dice- ¿Me llevás a McDonalds?
Me río, no puedo creer, primero me dijo que me quiere y me dio un montón de besos y después me pidió ir a Mc Donals.
Aprenden cada vez más chiquitas a manipular.
-¿Vamos? Le pregunto a Any.
-¿Adonde?
-A llevar a comer a Catalina.
-Sí, es buena idea, le aviso a Ludmila.
Le mandó un mensaje.
Al instante me llamó Ludmila.
-¿Qué hac