258. DESCONCIERTO Y DUDAS
El mayordomo del Joven Lord, al recibir el mensaje, comprendió la urgencia de la situación. Tomó el teléfono y respondió con voz calmada y segura cuando Lady Sabina llamó.
—Buenos días, Lady Sabina. Lamento informarle que el Joven Lord se encuentra ocupado en una reunión importante y no puede atender el teléfono en este momento. Sin embargo, me ha pedido que le transmita que está ocupado. Si hay algo urgente que necesite transmitirle, puedo encargarme de ello.
Lady Sabina, aunque aún frustrada, se vio obligada a aceptar la explicación del mayordomo del Joven Lord. Sabía que no se atrevería a mentirle. ¿Qué había salido mal en su plan?
—Muy bien, dígale que espero que se comunique conmigo. Hay asuntos importantes que necesitamos discutir.
El mayordomo asintió, aunque Lady Sabina no podía verlo. Estaba realmente feliz, no de que su señor por poco muriera vomitando sangre por haberse reventado la urcera que tenía provocada por la sustancia que ella le daba. Sino, porque había esc