Cristal.
Después de animar a Romina continuamos la fiesta de té que transcurrió de forma bastante agradable me relajé y me dio mucho gusto ver la alegría de sus rostros pero me di cuenta que la abuela Sira en sus movimientos es un poco torpe creo que la edad está comenzando a hacer estragos en ella, me retiro a mi habitación seguida por el guardia pero al entrar me encuentro al sultán Karim con una gran sonrisa en su rostro le ase una seña al guarda de que se retire.
-Me alegra que por fin haya regresado su alteza Cristal.
-Demoré un poco más, le pido disculpas sultán.
- Ya te he dicho que cuando estemos a solas me llames por mi nombre.
-Es cierto, lo olvidé le pido una disculpa.
-Cristal por favor no seas tan formal relájate un poco más conmigo.
El sultan Karim pasa una de sus manos con delicadeza por mi cabello para darme una sonrisa dulce.
-Esta tarde te tengo algo muy especial preparado pero si queremos regresar antes del anochecer tenemos que darnos prisa.
Las palabras del sultán