Era la primera vez que sentía un hambre de ese tipo, de querer devorar a alguien en el sentido sexual. De dejarlo sin ropa, jadeando y llorando debajo de él. Se sentir el calor y sabor de su piel en su boca, bajo sus colmillos. De tener sus piernas alrededor de su cadera mientras él llena su agujero y vientre.

Se llevó la mano a su boca para ocultar sus colmillos e intentó controlar sus feromonas que comenzaban a apartar a los que estaban a su alrededor. Es que las imágenes no se detenían, y en cada una de ellas era Ashary sin ropa jadeando debajo de su cuerpo, con toda la piel marcada por sus caninos y dedos. Exquisito era quedarse corto.

Demonios, su miembro estaba palpitando en sus pantalones. No creía que esta vez pudiera calmarse de la misma forma que antes. Más bien... si Asha le daba feromonas lo más probable era que lo devorara allí mismo. Y no podía diferenciar si era debido al enlace entre ellos o porque realmente lo quería por sí mismo.

Acaso importaba. Ya lo había buscado