Capítulo 267
No sabía qué era lo que me estaba deteniendo.

En cuanto a los sentimientos, siempre he sido de las que no temen admitirlos.

Me atreví a admitir que amé a Carlos durante tantos años, pero no me atrevía a reconocer que ahora aún tenía la capacidad de amar a alguien más.

Suspiré.

—Dame un poco más de tiempo.

Néstor me abrazó con fuerza.

—También fue mi culpa, me apresuré demasiado.

Dicho esto, me soltó, y sus ojos caídos no podían esconder su desánimo.

Sus dedos tocaron la puerta del hotel mientras me preguntaba en voz baja:

—¿Puedo quedarme hoy?

Lo miré sorprendida.

—¿Hmm?

—Digo, puedo dormir en el sofá. Si no, mañana cuando te vayas, tendría que hacer todo el recorrido otra vez para llevarte.

—Yo me voy sola, tú ve y descansa.

—Hmm.

Metió las manos en los bolsillos y asintió con indiferencia.

Se quedó allí, junto a la puerta. Si yo lo empujaba un poco o simplemente decía: —Ya puedes irte,— él me habría obedecido y se habría marchado. Pero al verlo tan lastimado, esas pal
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App