Capítulo 123

Por la noche, cuando me disponía a dormir con Rudolph, él me pidió que me relajara, que estuviera más tranquila, que dejara de pensar en los crímenes, que no siguiera escarbando posibilidades de dar con el asesino en serie que estaba asolando la ciudad o que descubriera, finalmente, quién lo hubiera matado, porque eso podía afectar mi embarazo que era, por el momento, lo más importante para él y para mí. -Las pesadillas pueden afectar tu gestación, al bebé, a ti misma, tú eres una mujer muy sensible y propensa a sufrir cuadros de ansiedad y esto te está estresando demasiado-, estaba él muy preocupado por nuestro futuro heredero. Yo aún seguía martillando todo lo que había hablado con Palacios y Hauss y me mantenía obstinada en resolver todo ese misterio en torno al criminal que andaba sembrando el pánico por las calles con el fin de que no lo descubrieran.

-Estoy muy cansada, creo que dormiré bien-, le dije, sin embargo, a Rudolph para que estuviera tranquilo y dejara de preocupar
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App