Su olor, parte 2.

En el garaje dos personas estaban incomodas, la pequeña pareja no pudo percibir el olor del que hablaba su alfa, era tan sutil que ninguno pudo olerlo, esto lo ponía de peor humor, quería gritar y destruir el auto.

-Al ser tu mate solo tu podrías sentir un olor tan pequeño… yo no puedo oler nada -Grace lo miraba con dudas- ¿tal vez te equivoc-.

-¿Crees que confundiría el olor de mi pareja? -la interrumpió de mal humor.

-No, no, tienes razón, pero es raro, no huelo nada.

-Su olor es muy pequeño, solo esta en esta parte -Carson, volvió a señalar el reposa cabeza del asiento.

-No podemos oler nada, pero puedo presentarte a mis amigos -cuando lo vio levantar una ceja, agrego- a los que se subieron a mi auto.

-Hazlo ahora, llámalos -sentencio.

-Pero es miércoles, y son las 10 de la noche…

-Entonces dime sus direccione y los visitare yo mismos -demando.

-Pero que no te vean Carson -Zach se veía preocupado.

-¿Quién crees que soy? Dame las direcciones, que no falte ninguna.

-B-bueno…

Al cabo de 20 minutos, anoto las direcciones de todas las personas que en algún momento se habían subido a su auto, ya que el olor era tan pequeño, pensaron que era porque se había subido hace mucho tiempo, y los demás olores lo habían opacado.

Aun preocupado le tendió la lista, Carson la tomo y salió en su auto sin mirar atrás, esa fue una larga noche, el alfa solo regreso cuando el sol apenas salía, y por su cara parecía que no había encontrado nada.

-Te lo volveré a preguntar Zach, ¿estas seguro de que eran todas las personas? -se veía estresado.

-Si, no monto a cualquiera en mi auto.

-¿Entonces porque ninguna persona que visite era mi pareja? Incluso fui a la casa de tus amigos -su paciencia se había agotado, quería a su luna con él.

-N-no se…

-Carson -lo regaño Grace- no lo asustes, tu aura se esta saliendo de control -cuando la miro con enojo, ella suspiro- si te molestas no podrás encontrarla, pensemos, tal vez no se subió al auto, tal vez alguien estaba usando una chaqueta que le pertenecía o un sombrero, y por eso el olor llego a su auto… creo que pudo haber sido eso.

-Una prenda suya… -se veía pensativo- entonces tendremos que vigilar a las personas cercanas a tus amigos, que cada guardia tome una pertenencia, no me importa si es hombre o mujer, hermana o tío, quiero cualquier objeto personal de las personas alrededor de esta lista.

-Seria interesante que tu pareja fuera un hombre -sonrió Grace.

-Silencio, no importa que sea, me pertenece.

-Si, alfa.

Habían pasado meses, había olido cada articulo que le habían traído sus hombres, pero ninguno tenia el aroma de su pareja, comenzaba a pensar que estaba loco o alucinando, tal vez la diosa de la luna le quiso hacer una broma, aun cuando había recorrido su universidad, y sin importar cuanto buscaran, no encontraron de nuevo su olor. Estaba en su estudio, tomando vino mientras miraba por la pared de vidrio como jugaban los niños en el jardín, si tuviera pareja, podrían ser sus hijos lo que viera jugar, tan cerca y tan lejos, se maldijo, su manada tenia a los mates de otros, pero cuando el buscaba a su mate, nadie la tenia, tiro la copa que tenia en la mano al piso, cada día estaba de peor humor, sabia que eso preocupaba a su gente, pero no podía evitarlo.

-Estoy preocupado Grace -Zach la miro servir café para ambos- se ve triste.

-Cariño, esta bien, es normal que este así, cualquiera tendría ese carácter si sabes que tu pareja esta cerca pero no sabes donde.

-Me siento culpable -dejo su bolso en la mesa.

-No es tu culpa, ¿cómo te fue en la universidad?

-Bien, Ellie me dio una copia de los apuntes de su amigo.

-Parece tu chaperona, deberías de invitarla a cenar un día.

-¿Y si ve algo raro? -pregunto preocupado.

-Por la Diosa, no te preocupas tanto, saben comportarse con un humano cerca -le dio un beso.

-Invitar a cenar con un grupo de lobos a la humana que te ayuda con tu tarea, buena idea -agrego Carson al entrar al salón.

-A veces parece que no te agradan los humanos -Zach respondió malhumorado.

-Me agradan, solo que hablas mucho de ella, las mas populares son las peo… -sus ojos cambiaron, miro a Zach como si fuera su presa, en un instante estaba olfateando sus hombros mientras lo sujetaba con fuerza, ese dulce olor estaba en él- Zach, ¿a quien conociste hoy?

-¿Q-que? -lo miro confundido, lo tenia sujetado por los hombros, apretando tan fuerte que sintió que le rompía los huesos.

-¡Carson! -Grace alejo a Zach de sus brazos, ocultándolo detrás de ella- cálmate, lo lastimas.

-¡Tu pareja tiene el olor de la mía! -la miro enojado, quería despedazarlo, sus garras y colmillos estaban expuestos.

-Calma, calma -levanto las manos- entiendo lo que sientes, respira conmigo, no puedo dejar que te acerques en ese estado, Zach -agrego sin apartar la vista- tienes dos aromas muy fuertes alrededor, ¿sabes de quienes son?

-S-si, E-Ellie y Emily…

-Esta bien, puedes decirnos la dirección, así podemos comprobar si alguna es tu pareja -hablo mientras lo miraba.

-Lo siento -suspiro frustrado, se revolvió el cabello- Zach, es importante para mi.

-Lo se, tranquilo, pero no se la dirección de Ellie…

-¿No era tu súper mejor amiga? -agrego con burla- solo dame la de Emily, ¿ella era la loba de la manada de Davis?

-Si…

Sin esperar mas se fue después de tener la información, Zach miro aturdido hacia la puerta.

-Espero que sea su pareja, tendré un infarto si sigue enojándose conmigo…

-Eres muy valiente cariño -lo abrazo con amor.

Tal vez por azares del destino al llegar al bosque la encontró, Emily estaba caminando mientras levantaba su celular para tener señal, se alegro al verla, pero se decepciono al instante, su olor era vulgarmente ordinario para él, no era su pareja.

-Alfa Dunn -ella mostro su cuello en forma de respeto.

Asintió con la cabeza, se dio media vuelta sin dirigirle ninguna palabra, la joven se veía confundida pero no pregunto nada, al llegar a la casa abrió sin esperar la habitación de Zach.

-¡AH! -grito. ¿Q-qu pasa? -pregunto asustado al escuchar la puerta abrirse de golpe.

-La dirección de tu amiga, ahora -ignoro a Grace que suspiraba a un lado.

-No la se, déjame preguntarle, pero no creo que sea ella… ya sabes… humana, y siempre hablas feo de ella… tal vez Emily tenia una chaqueta de tu mat…

-No, acabo de ver a Emily, y por su olor es la misma ropa que tenia cuando te vio hoy, llámala ahora mismo, pregúntale su dirección.

-Si, si ya voy… pero es tard… -se callo al ver su mirada- ya la llamo.

Con las manos temblorosas busco su numero, rogaba que no fuera Ellie su pareja, era una amiga muy preciada para él, le daba miedo que algo le pasara por ser la pareja de un alfa, al tercer timbre escucho su voz.

-Hola, pequeño.

La voz se escucho en toda la habitación, todos tenían sus sentidos desarrollados, Carson no se perdió ninguna palabra, sintió emoción al pensar que ella era su luna.

-Oh, nada, nada, solo que pensaba en ir a tu casa a regresarte las notas que me diste pero, no se tu dirección.

-Puedes solo llevarlo mañana y dármelo en tu receso -se escucho una risa- no tienes que ser tan serio con todo.

-Pero aun así… no conozco la dirección de mi amiga.

-Bueno, te la puedo enviar, pero no estoy en mi casa ahora, me tengo que ir, te veo mañana -colgo sin esperar mas.

-Solo tenemos que esperar a que mande la dirección y sabrás… -susurro con temor.

Pero aunque pasaron los minutos ella nunca mando su dirección, Zach intento llamarla de nuevo pero no contestaba.

-Olvídalo, dame el celular, rastreare la llamada -dijo Carson mientras le quitaba el celular.

-Espera, no, ella conoce a los del departamento de tecnología, podría saber que rastreamos su celular, espera a mañana, te la presentare -Zach tomo su celular de vuelta asustado, no quería que lo consideraran un loco, y menos su única amiga.

-No se dará cuenta, dámelo -estiro su mano con insistencia.

-¡No! Es mi única amiga, no puedo dejar que piense que soy un acosador, te prometo que mañana la veras -apretó el celular contra su pecho.

-Carson, vamos, es tarde, mañana vamos todos a ver si es ella, si no es, podemos caminar todas la m*****a universidad hasta encontrarla.

-Bien.

Se fue azotando la puerta, estaba molesto, no quería esperar mas, ya habían pasado meses desde que olio su aroma, y ahora que pensó que por fin la había encontrado se vuelve a escapar de nuevo, se acostó, quería que el tiempo pasara deprisa. Mañana sin falta la encontraría, y si era necesario la arrastraría y la marcaria, así no volvería a desaparecer de nuevo.

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